Romperse un diente es algo más habitual de lo que puede parecer. Pese a su dureza, las piezas dentales son propensas a sufrir daños, ya sea por inoportunas caídas, fruto del bruxismo o por mordidas accidentadas. Tener un diente roto no es lo más apropiado, ya que esa pieza se debilita y, por tanto, se vuelve propensa a seguir rompiéndose. Por eso, es recomendable no tocar el diente bajo ningún concepto y acudir inmediatamente a Clínicas DEA para ponerse en manos de los mejores profesionales.

En un primer momento, el dentista explorará la boca para comprobar la dimensión del problema, ya que puede ser solo una parte la dañada o, por el contrario, puede estar toda la pieza destruida. Una vez se compruebe el alcance de la lesión, se actuará. De este modo, el dentista puede optar por tratamientos que van desde empastes hasta reconstrucción del diente, carillas dentales, fundas o, en casos de extrema gravedad, implantes.

Cómo evitar roturas

Aunque es complicado evitar roturas, sí hay formas de prevenirlas. Tener una buena salud bucodental es clave, ya que evitar que la placa bacteriana se acumule ayudará al diente a mantener su fortaleza.

Además, para aquellos que practiquen deporte se recomienda usar férulas y otros complementos diseñados especialmente para proteger las encías ante inesperados y fortuitos golpes.

Clínicas DEA ofrece a los pacientes soluciones para cualquier tipo de problema bucodental, incluidas, por supuesto, las roturas de las piezas. Se puede obtener información en el 950 34 91 89 o en cualquiera de los centros de Clínicas DEA repartidos por toda la provincia de Almería.